Más que recetas que han hecho historia, vinieron ya con
mucha historia.
Recientemente, por la fuerza del
destino y de las circunstancias, y del corazón, he sido oficialmente emparentado
con una ejemplar familia, cuyo 'pater' es un descendiente directo de los
'Alemanes del Volga'. Extraña denominación ésta, si se considera que los
alemanes y el río Volga se emplazan en distintas geografías. Varias
circunstancias históricas
contribuyeron a tal denominación y a una de las primeras corriente inmigratoria
luego que el presidente Nicolás Avellaneda, el 19 de septiembre de 1877, dirigió
al Congreso Nacional su "Manifiesto", impulsando la ley de colonización que
permitiría la radicación de miles de extranjeros agricultores y que fomentaba y
facilitaba el emplazamiento de gente del centro de Europa con las
características de trabajadores rurales, perseguidos o no adaptados, que
quisieran finalmente encontrar su tierra prometida: La Argentina. Ya se
aproximaba la conquista de las tierras ocupadas por los indios, que una vez
liberadas había que acondicionarlas y cultivarlas. Vastos horizontes de grandeza
y bienestar hacían imperiosa la aplicación de las ideas políticas del General
Roca. Y así fue. Trasladándose al viejo continente, particularmente a la Alemania de entonces,
desgarrada por la guerra de los treinta años y de los siete años, diezmada en
sus habitantes, empobrecidos estos, sin esperanzas de mejorías,
se abre a un
cierto momento la posibilidad de emigrar a Rusia con fabulosas promesas.
Esta promesas provenían de un edicto emanado por Catalina II, zarina de Rusia.
Su
verdadero nombre era Sophie Fredericke Auguste von Anhalt-Zerbst, nacida en la
actual Stettin en Polonia, el 2 de mayo de 1729. En 1754 contrajo matrimonio con
el duque Pedro de Holstein, heredero al trono ruso. En 1754 nace su hijo Pablo,
futuro emperador de Rusia. . El duque, su marido, subió al trono en 1761 y
solamente seis mese después fue depuesto por una conjura encabezada por el
amante de la misma Catalina y ella misma a causa de las discrepancia en su
matrimonio y las amenazas del marido en encarcelarla. La poca popularidad de
Pedro facilitó el golpe. Con el nombre de Catalina II fue proclamada emperatriz
el 8 de febrero de 1762. Poco después el infeliz Pedro era asesinado. Por cuestiones más de estrategia que humanitarias, y para contrarrestar las
invasiones de nómades que se adentraban por el sur del río Volga, impulsó un
manifiesto dado a conocer en Alemania entre los posibles candidatos a emigrar,
el 22 de julio de 1763. El documento rezaba las siguientes ventajas:
Translación a Rusia.
Libertad para establecerse en cualquier lugar. Libertad para practicar su comercio o profesión.
Generosos repartos de tierra para aquellos que escogieran la
agricultura. Transporte al sitio de establecimiento. Préstamos para establecerse sin intereses por diez años.
Libertad de deberes y costumbres. Exención de impuestos de 5 a 30 años dependiendo del lugar de
establecimiento. Exención de tasas e impuestos durante diez años para aquellos que
comenzaran nuevas industrias. Autonomía Local para aquellos que se establecieran en las colonias.
Libertad plena de religión. Exención del servicio militar.
Todos los privilegios con carácter hereditario. Opción para retornar si se encontraran inadaptados en Rusia.
Antes
de partir, reunidos en Oranienburg (a norte de Berlín) debieron prestar el
juramento como súbditos de la Zarina. Luego de muchas penurias llegaron a su
destino, y como siempre las promesas se las llevó el viento: nada encontraron de
lo prometido, ni aldea, ni techo. Debían pasar el invierno en casas construidas
bajo tierra y de los 30.000 que salieron de Alemania, 3.000 murieron en el
camino y otros 4.000 en los dos primeros años.
Y ya el 29 de junio del año
posterior se fundaba la primera colonia en la zona de Dobrinka. Luego llegaron
alemanes del Baden, Hesse, Palatinate, Rhineland, Wütterburg y de Suiza, y en
1767 ya 1400 familias se habían asentado a lo largo oriental y montañoso del
Río. Y otros en la parte occidental con planicies. De Lübeck, vía Mar Báltico también se dirigieron a Rusia. La primera aldea o
colonia fue fundada el 29 de junio de 1764, luego otras 103 aldeas más a ambas
orillas del río Volga.
Un siglo más tarde en 1871 vencieron las condición de favor del manifiesto de
Catalina y pese a algún intento de prorroga definitivamente en 1876. Y la
obligación del servicio militar impuesto por Pedo III. Inaceptable. Si bien otro manifiesto sonaba dulce a los oídos de aquella gente desconforme y
que funcionarios del gobierno argentino difundían instalados en el centro de
Europa, ya se había empezado a fomentar la inmigración en Argentina. Y
posibilidades de emigrar a otros países también como Canadá y Estados unidos.
Así que, a fin de 1877, reunidos los rublos par hacer frente al viaje terrestre
y trasatlántico, 1006 personas, después de atravesar penosamente la distancia en
barcas a remo, carros y tren hasta el puerto de Amberes, se embarcaron a bordo del vapor
Rosa de la compañía Bremen.
El 1 de diciembre de 1877 el barco partió, el 14
cruzó el ecuador y el 28 a Buenos Aires. Saltando los engaños y otros avatares
que debieron padecer, parte de ellos fueron dirigido entren hasta Azul y desde
aquí en carros 35 kilómetro más hasta el arroyo Hinojo donde llegaron el 5 de
enero de 1878, fecha que puede considerarse de la primera fundación de una
colonia por alemanes del Volga. Otro grupo luego de consideran la alternativa de
seguir a Brasil, fue embarcado finalmente a bordo de una viejo barco sin un
destino preciso, ¿o sí? Diamante fue el destino, en tierra de Entre Ríos y siguiendo el arco del
el Río Paraná se fundaron colonias agrícolas como Marienthal, Marienfeld, Salto,
General Alvear, San Francisco, Protestante, Brasilera, y más arriba Merou y
Santafesina, Santa Luisa, San Rafael, Santa Rosa, Eigenfeld y San Juan, Santa
Anita. Y en la provincia de Buenos Aires en Coronel Suárez, Colonia San José,
Colonia Santa María...En La Pampa Alpachiri, Santa María, Santa Teresa. Según
ellos fueron quienes forjaron uno de lo más importante granero del mundo. Ampliar y seguir la historia nos alejaríamos demasiado de la cocina, así que los
remito a otros sitios más especializados en narrar la saga de los alemanes de
Volga.
Y ellos en la condición de dos veces emigrados, expandieron su horizonte
culinario, absorbiendo de la tierra rusa comidas como los varenikes y los
piroghi.
Varenik deriva del ruso varenik (вареник[и]), al plural con una i, y son
similares a los pirogi y los ravioli. Los piroghi, también llamados perogi,
perogy, pirogi, piroshki, pirozhki y pyrohy. Los dos se pueden
rellenar con puré de papas, coles, queso, ricota, repollo, cebolla, carne,
huevos duros; con frutas fritos o hervidos, condimentados con manteca o aceite,
en sopa con borscht, con crema espesa o con un sofrito de cebolla y panceta. O
se puede volver dulce con el agregado de azúcar a gusto, especialmente cuando el
relleno es de frutas, ricota, uva. O transformarse en tarta, sea dulce o salada.
Es que los varenikes y los piroghi se difundieron por todo el centro de la
Europa de entonces desde Polonia a Rusia, Estonia a Ucrania, y en tierras de
eslovacos y checos. Son comidas muy simple donde intervenían solamente los
productos que cada uno producía, pues eran principalmente agricultores,
criadores de animales de corral, con su infaltable quintita y huerto que
proveían de verdura y frutas todo el año.
Las recetas que incluyo aquí son herencia cultural de la familia Herrlein, a la
cual pertenece el señor Roberto. No ha sido fácil convencer a un argentino,
medio alemán y algo ruso, que tomara una lapicera y empezara a contar...
Varenikes
o Maultasche o Warenik con rellenos varios.
Las masas.
Ingredientes: 1 kilo de harina, 2 cucharaditas de sal, 2 huevos, agua.
Ingredientes: 1 kilo de harina, 3 huevos, 50 cc. aceite, 3 cucharaditas de sal,
agua tibia.
Ingredientes: 1 kilo de harina, 6 huevos, 50 cc. de aceite, 2 cucharaditas de
sal, agua tibia.
Ingredientes: 1 kilo de harina, 100 gramos de manteca, 300 cc. de crema de leche
fresca, 2 huevos, 2 cucharaditas de sal, agua.
Rellenos:
De ricota: 1 kilo de ricota, 2 huevos, 250 gramos crema de leche, azúcar a
gusto.
De ricota y papas: 1
kilo de cebolla, 3/4 papas, 250 gramos de ricota, 2 yemas,
aceite, sal y pimienta, azúcar.
De manzana: 10 manzanas, crema fresca, azúcar.
De uva: 1 kilo de uva, crema de leche, azúcar.
Un ejemplo: Emplee los
ingredientes de la primera masa y forme un bollo liso y elástico, estire y
corte discos de unos siete centímetros.
Utilizando los ingredientes
del segundo tipo de relleno, rehogue suavemente las cebollas, agregue las
papas hervidas hecha puré, sal, pimienta, azúcar a gusto, la ricota, las
yemas. Rellene los discos, arme como empanaditas e hierva en abundante agua
con sal. Escurra y condimente con aceite o manteca o crema de leche o salsa
de cebolla, queso.
Piroghi rellenos de carne y
fritos o al horno.
Ingredientes:
Masa: 600 gramos de harina 000, 25 gramos de levadura fresca, 200 cc, de
leche, 50 cc. de agua tibia, 100 cc. ce aceite de girasol, 2 cucharaditas de
sal, 1 cucharada de azúcar, aceite para freír. Relleno: 3/4 kilo
carne picada, 1 cebolla grande picada fino, 2 cucharaditas de sal fina,
pimienta molida, eneldo seco a gusto.
Preparación: Rehogue
la cebolla cortada finamente hasta transparentarla y agregue la carne
picada, condimente con sal y pimienta. Eleve el fuego y revuelva la carne
hasta blanquearla, ahora agregue el eneldo seco a gusto y aparte hasta que
se enfríe, luego guarde en heladera.
Mientras tanto prepare la masa disolviendo la levadura en un cuarto de taza
de agua tibia y espere que se haga espumosa. Ponga la leche en una
cacerolita a calentar hasta que esté tibia y incorpórele los huevos, el
aceite, la sal y el azúcar. Toda la mezcla no debe superar los cuarenta
grados centígrados. Aparte.
Ahora ponga mitad de la harina en un bol grande incorporando la preparación
con leche; luego siga alternando con la levadura y el resto de la harina.
Mezcle bien hasta forma un lindo bollo que no se pegue al recipiente. Si
necesitara más harina de la indicada, téngala a disposición. Cubra el bollo
con un paño de cocina y consérvelo en lugar tibio hasta que duplique de
volumen.
A este punto
disponga el bollo sobre una mesada enharinada, forme un cordón de unos 7
centímetros de diámetro y corte trozos de la misma medida de largo. De cada
una de la pieza forme bolita parecida a una pelotita de golf. Aplaste los
bollitos con un rodillo formando discos de 10 centímetros y recortándolos
con un corta pasta si es necesario. Coloque en el centro una cucharada del
relleno frío selle los bordes. Ponga a calentar abundante aceite en una
sartén y fría los piroghi hasta que se doren en todas sus partes. Sáquelos,
escúrrelos bien y colóquelos en un plato con papel absorbente.
Unos varenikes españolizados.
El señor Leo Gagliardi, desde España, me ha hecho llegar su personal receta
de los varenikes. ¡Vale!
Masa: 1/2 kilo de harina, 1 cucharadita de sal, 1 huevo, agua.
Relleno: 2 cebollas grandes, 100 gramos de panceta ahumada, 1/2 kilo
de ricota, sal. Adicionalmente jamón cocido o crudo al refrito y nueces a la
ricota.
Ejecución: Rehogar las cebollas picadas y agregar la panceta ahumada
en pequeñísimos trozos y el jamón cocido o crudo sofriendo algo más. Apartar
la cuarta parte de este sofrito. Al resto agregar la ricota y las nueces.
Salar a discreción.
Preparar los discos con los ingredientes de la masa, rellenarlos y cerrar en
forma de empanadas sin repulgar. Hervirlos en abundante agua y sal,
colocarlos en una fuente y condimentarlos con el sofrito apartado al cual se
le agrega un poco de aceite si es necesario.
De esta manera si quedan, pueden calentarse al horno posteriormente.
Desde Trelew
La señora Maria del Rosario Romero, de Trelew, que desafortunadamente
no he podido agradecer el envío de su mensaje por carecer de dirección,
aporta esta variante de los varenikes.
"Estimado Pasqualino: lo felicito por su página,
buscando la receta del "imperial ruso " encontré la de los varenikes.
En mi familia los introdujo un tío político ruso .Todos
los inviernos preparamos su receta. Ésta es:
La masa es una masa tierna de harina, un huevo, un poco
de puré de papas, sal y agua. El relleno son dos variantes que se preparan
al mismo tiempo y se sirven juntas. Uno es un puré de papas bien aderezado,
mezclado con queso cuartirolo picadito. El otro relleno es una preparación
de cebolla rehogada a la que se agrega chucrut. (Éste no debe ser el que
viene en vinagre, sino el natural en lata). Se prepara la misma cantidad de
varenikes con uno y otro relleno. Se les da forma de agnolotis y se cocinan
hirviéndolos .Se sirven con manteca a la que se agrega daditos de panceta
salada previamente desgrasados en una
sartén.
Le aseguro que quedan exquisitos. (...) ya muchas gracias.
Desde el Chaco
Martín dice:
Mi abuela hacía los
varenikes con otro relleno de igual cantidad de puré de papa y ricota, sal,
pimienta, cebolla de verdeo y panceta salteados en aceite.
Desde Argentina
Mariela comenta:
¡Hola! Al entrar y ver las recetas de los Perogy quisiera
agregar una variante que usa mi mamá; la masa es la misma : 1 kilo de harina
0000, sal, 2 huevos y agua tibia.
Relleno:1 kilo de papas, queso fresco, 1 picadillo de carne.
Opción: repollo hervido y salteado con aceite, 1 lata de sardina.
El picadillo de carne en el puré de papas le da un gustito especial, a veces
también con paté.
Spaetzle o Spätzle - Es otro plato tradicional que
Roberto suele hacer en casa y entre amigos y parientes. Los 'Späezle' son
originarios del sur de Alemania de la zona de Suabia y Baviera.
Por cada medio kilo de
harina incorporar una taza de leche, una pizca de sal y dos o tres huevos.
Luego la cantidad de agua necesaria para que la masa quede tierna. Pasar la
masa en seguida por un colador o un aparatito para tal fin y hacerla caer en
una olla con agua hirviendo ligeramente salada. Sacar cuando empiezan a
flotar con una espumadera y colocar en una fuente. Condimentar con manteca y
queso rallado, con salsa, con goulash, con salsa de cebolla, etc.
La sopa de Catalina
Como dije al comienzo de esta página y por consecuencia, tengo
políticamente dos sobrinas
nietas, Catalina y Clarita, de cinco y tres años. Viven en la periferia de
la ciudad de La Plata, a unos cuantos kilómetros del centro, en una casita
todavía por terminar en un gran terreno arbolado, con flores y huerto, con
el inmenso cariño de los padres, con una educación alimentaria, diríamos,
anticuada. Prefieren una tajada de sandía a un chupetín, un trozo de pan
casero con tomate que unas galletitas, y finalmente y preferentemente una
sopa que una hamburguesa comercial, aunque a veces como todos los chicos hay
que llevarlas a aquellos lugares para que se ilusionen con la cajita
'feliz'.
Así que, cuando estuvieron de visita a Mar del Plata, tuve que cautivarlas
con una sopa, que por la ocasión nombré 'Sopa Catalina'. No quiero
ilusionarme para que usted, señora madre, la adopte para la alimentación de
sus hijos. De todo modo ya tengo dos seguidoras, Catalina y Clarita. Y estoy
seguro que la Emperatriz de Rusia me hubiera honrado también...
Sopa Catalina
Ingredientes - Una carcasa de pollo con algo de carne, una cebolla
chica picada, un diente de ajo, una zanahoria rallada, una cucharada de perejil picado, un
diente de ajo, un cubito de caldo de verdura, dos huevos frescos, una
cucharada de queso rallado, pimienta molida, tres roscas de cabello de
ángel.
Preparación - Hervir en dos litros de agua la carcasa del pollo
con la cebolla picada, el diente de ajo machacado y el cubito de verdura.
Diez minuto antes de considerar el caldo hecho, agregar la zanahoria rallada
y el perejil picado. Sacar la carcasa, raspar la carne e integrarla
nuevamente a la sopa, sacar el diente de ajo o lo que se encuentre de ajo.
Con algo más de cocción agregar los dos huevos ligeramente batidos con la
cuchada de queso y algo de pimienta molida. Echar las tres roscas de
cabello de ángel. Tres a cuatro minutos más de cocción y la sopa está lista.
Servir con más queso rallado.
La omelette de Clarita
Catalina
y Clarita tienen gallinitas propias que ponen huevos todos los días. Y los
chicos tienen que comer huevos, pero con placer. Mi mamá Angela, 95 años en
estos momentos, me alimentaba también con ingesta de huevos, frescos del
gallinero del fondo de casa, pero forzosamente. Eran 'huevos por los
huevos': se rompían de una parte y se succionaban, ¡horribles! Apenada por
mi mala cara, más tarde optó por el sabayón con marsala, ¿ahí me gustó!
Omelette
con almendras tostadas
Ingredientes de cada omelette: 2 huevos frescos, un trocito de
manteca, 6 almendras, azúcar. Opcionalmente: queso crema, frutas en
trocitos, dulce de leche, crema batida, jamón natural, mermelada ácida...
Preparación: En una sartén chica antiadherente poner una cucharadita
de manteca y las almendras, dejar tostar unos dos minutos, apartaren en un
plato. En la misma sartén echar los dos huevos batidos y colocar las
almendras en línea al centro. Cuajar los huevos y formar la omelette.
Agregar una cucharada de azúcar a la sartén y caramelizar la omelette de
ambos lado. Servir sola o acompañada de una cucharada de queso crema, crema
batida, frutas de estación en trocitos, dulce de leche, una feta de jamón
cocido natural, mermeladas variadas, etc.. Un platito sano y nutritivo para
una buena merienda.
Los Alemanes del Volga en Santa Anita, Entre Ríos,
Argentina
Enviar correo a
Contacto
con preguntas o comentarios citando lugar de
residencia.
Todos los derechos reservados
La Cocina de Pasqualino Marchese
Última modificación:
10 de mayo de 2024