Los Sitios de La Cocina de Pasqualino Marchese
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Una tradición más que centenaria: El asado del primero de mayo en la sede del Partido Socialista en Mar del Plata. No se alarme, no soy político ni voy hablar de pamplinas. No quiero decir con eso que todos los políticos son charlatanes. Sólo unos muchos... Pero, sus buenas manifestaciones, en este caso tradicionales y criollas, voy a aprovecharlas para responder a un mensaje inquietante del Director de Relaciones Externas de La Escuela Universitaria de Hotelería y Turismo de Sant Pol de Mar, en Barcelona: el señor Lluis Serra. El motivo... una deseosa transferencia tecnológica para incorporarla a las parrillas españolas. Sería demasiado académico. Yo he cocinado asados en una destartalada parrilla italiana y otras españolas y no se trata de ninguna rara aplicación técnica. La transferencia concierne solamente al corazón y a la idiosincrasia del argentino para ejecutar un asado: el manejo del fuego y de la brasa. Nada más. Sugiero que se vuelva a leer la página sobre el asado. Un ejemplo de lo expuesto puede reflejarse en el acontecimiento mágico de todos los años del Partido Socialista en Mar del Plata. En su sede, y alternando con la del ya Centro Republicano Español, se subsigue tras años el bullicioso asado del los primeros de mayo. Este año al evento se han unido los representantes y afiliados en este País del Partido Socialista Obrero Español. La mañana del primero, hacia las siete y media: los costillares y los vacíos son atados con alambre o enganchados a las cruces de hierro. Son dispuestos en círculo enterrados de punta alrededor de uno montículo de leña semidura, algarrobo y quebracho. Se trata de un espacio cerrado cubierto con campana de tiro forzado. Nada de humo, absolutamente. A parte, una parrilla ya está cubierta con más de trescientos sesenta chorizos de poco cerdo, ensartados en brochetas de alambre.
A las nueve se nota ya la cocción: la carne que cubre las costillas comienza a retirarse apareciendo el primer dorado y las puntas expuestas. Eduardo Bronzini, constituido en 'asador mayor', se encarga de la administración del fogón central aportando los maderos necesarios y de distintas durezas, a veces blandos a veces duros. El fuego tiene que mantenerse regular, no debe ni siquiera quemar al hombre que gira alrededor de los asadores: hasta debe permitir tomarse unos matecitos mirando las hechiceras llamas.
A las once y treinta se dan vuelta los asadores para ultimar la cocción del lado opuesto. También se saca brasa desde el fogón del asador con una pala y se esparce debajo de la parrilla colmada de chorizos.
Es la una del mediodía y todos a comer. De este solemne momento no se hicieron fotos. Sería demasiado para usted: sufriría deseos incontenibles, su boca emitiría ríos de agüita. Sólo les digo que todo salió muy, muy rico. Y por supuesto nadie escuchó los discursitos de los que se dedican a la política.
El "Socialismo Marplatense" En el 2009 el Partido Socialista Democrático con sede en Mar del Plata, se renueva creando un nuevo partido, el "Socialismo Marplatense", con el compromiso de trabajar para la ciudad y el marplatense, con las bases sólidas de una historia forjada por destacados políticos como Bronzini, Fabrizio, Lombardo, Inda, entre los intendentes y Cordeu, Anasatasia, Junco, y cientos más, entre concejales y funcionarios. Las promesas de este audaz proyecto son cuatro jóvenes con mucho ardid político: Andrés Cordeu, Juan Anastasia, Eduardo Bronzini, María Sánchez. A ellos van mis mejores votos.
Recursos prácticos para encender leña y carbón Al comienzo cada uno se la arregla como puede para transformar leña, carbón y madera en brasas aptas para quemar su propia carne, sancochar hermosos chorizos, dejar sangrientos unos valiosos pollos. Y al comienzo inexorablemente uno se encuentra que el carbón estaba mojado, la leña estaba verde, los diarios húmedos. Ni todo el alcohol a disposición, ni el kerosén, hasta el diluyente reservado para pinturas, alcanzaron a resolver la difícil y embarazosa situación de un inexperto asador. Y más bronca nos da constatando la piadosa contemplación de nuestros comensales... dejando 'jugosos' o carbonizados pedazos de carne apartados en el plato con un tenedor y cuchillo cruzados. Se piensa en seguida en soluciones alternativas de la tecnología moderna, llamase taruguitos de 'sansa', 'carbón' chino sin olor ni humo. Pero el honor de un argentino se vería manchado, entonces, hay que insistir, hay que hacerse un poco el b... y sacar algún secretito a los que saben. Bueno, los que saben, aquí, me han contado ya sus secretitos para que usted los aproveche. Una solución urbana de mi amigo Carolus consiste en apilar un montón de carbón dejando hueco el interior y tirarle adentro una pastilla encendedora. Al rato el hombre garantiza la completa combustión dejando una centelleante brasa lista para desparramarla bajo la parrilla y empezar el asado familiar. La imágenes de abajo hablan claro...
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