Los Sitios de La Cocina de Pasqualino Marchese
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La
festividad de Santa María Magdalena El 22 de julio es el día de Santa María Magdalena. Es la festividad por excelencia de Villadepalos. El comienzo de consagrar a La Magdalena como Patrona de nuestro pueblo se pierde en lo profundo de nuestra misma tradición. Mientras tanto, muchos residentes en el exterior, han vuelto al pueblo para revivir momentos gratos de sus niñez. Meses de laboriosa preparación anteceden a los tres cortos días de duración de los festejos. Comisiones de jóvenes y no tan jóvenes y experimentados organizadores son nombrados al respecto: organizan todo el calendario cultural. Ellos se encargan de las contrataciones de las orquestas más afamadas del momento, para amenizar bailes sea de tarde, sea de noche.
El
día 21, víspera de la Patrona, se da inicio a los festejos con un gran
concierto de música rock, en el Campo del Virto, especialmente dirigido a los
desenfrenados fans locales y de visita. Hay que llegar hasta la madrugada con
algo de reserva para recibir el “Día grande” con un gran estruendo de
cohetes y morteros, despertando algún perezoso que se haya ido a dormir... Al
mediodía de 22, empiezan los actos para honrar
a la Magdalena con el inicio
de la Procesión: cuatro hermosas chicas llevan al hombro la imagen de la Santa,
acompañada en los últimos años, por la de Santiago Peregrino, una talla en
madera hecha por el artista Antonio Rodríguez, afincado ya en Villadepalos.
Con gran vistosidad, la Santa es conducida por las calles del pueblo;
todos le cantan, le piden un don o
un milagro...
De
vuelta a la iglesia, un gran número de clérigos, provenientes de todas la
Comarca, ofician
la Misa Mayor cantada por el coro parroquial y fieles atrevidos. Terminado
el largo Oficio Religioso, bajo un manto de denso calor estival, gargantas
secas, estómagos vacíos, se
larga la invasión a todos y cada uno de los bares de la Villa para tomarse un
copetín con helado vino o más aun una helada cerveza. Después viene la hora
del almuerzo y necesariamente de una buena siesta.
Al
caer de la tarde, distintas orquestas inician sus repertorios; locales y
visitante acuden para bailar o simplemente escuchar música.
Los
festejos normalmente se alargan hasta el día de Santiago Apóstol, en cuya víspera,
grandes fuegos de artificio llenan de color, luz y sonidos rimbombantes el cielo
sereno de Villadepalos. La festividad de Santiago es un hecho relativamente nuevo. Consiste en una procesión del Santísimo hasta el Camarín: el Cuerpo de Jesús en Custodia y bajo Palio es trasladado a una Capilla, instalada alternativamente, un año en el "Barrio de Arriba" y el siguiente en el "Barrio de Abajo". Con semejante responsabilidad, en el 2002 va a ser honrado el Barrio de Arriba , para armar el Camarin”, especie de capilla instalada solamente para el evento. Las vecinas del pueblo que intervienen,
confeccionan hermosas decoraciones con preciadas telas, extienden una
alfombra de flores adelante, y motivos religiosos. A
todo esto se añada el hecho de que, los niños que durante el año han tomado
su primera comunión, también participan en acompañar al Santísimo.
La
cultura viene expresada con exposiciones de pinturas y de recitales poéticos
por los muchos artistas que viven en la Villa. Lo
deportivo, como siempre, se lleva la mejor palma: esto también porque el equipo
local integra la segunda división provincial de fútbol y con la sorprendente
incursión de las jóvenes en este deporte, haciendo malabarismos con la pelota.
Luego,
en un paisaje montañoso, con un difícil recorrido, se desarrolla el Trial de
motos, arriesgada competencia donde más de un concurrente termina en la sala de
primeros auxilios... El tiro al plato tiene también sus adeptos para concurrir: una máquina despide al aire un plato de plástico que debe ser interceptado por la perdigonada de una Zarrasqueta. Estos días de fiesta se viven a pleno: nos da un cierto vacío el hecho que se van a terminar... Es un derroche económico y de energías, pero la satisfacción es quedar sin un hilo de aliento y a veces sin un duro en el bolsillo... ¡pero que lindo es!
Resumido
por Pasqualino Marchese, Mar del Plata, octubre 2001
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